Mision Villegas niños

Mision Villegas niños
Pude haber sido ingeniero, filósofo o químico pero hubiera incidido en mi estado anímico, pude haber sido astronauta, contador o físico pude haber sido banquero, arquitecto o doctor. Pude haber sido maestro, cura o burócrata pude haber sido mesero, albañil o aristócrata, pude haber sido de todo incluso sin quererlo pero si no amo lo que hago no veo por qué hacerlo. Misioneros a misionar...

martes, 26 de enero de 2010

Escapemos a la soledad

La soledad nunca fue una consejera donde podamos fiarnos, quizás a veces es la única que nos queda, y por eso terminamos acudiendo a ella en busca de quien sabe que. Cuando nos damos cuenta de que algo anda mal lo primero que hacemos es pensar en que podemos solos, no pedimos ayuda, nos encerramos en nuestro super yo y decimos que no necesitamos mas que de nuestra voluntad para salir adelante. Empezamos a caminar ciegos en la noche, tanteando caminos que cada vez nos dan mas miedo. Volvemos a repasar el camino dejando migas de pan como Hansel y Gretel, para lograr tener el camino de regreso. Hasta que un dia si tenemos la suerte de verlo, caemos vencidos, nos derrotamos solos, derramamos sangre por la herida hasta que no podemos caminar mas, y ahí es donde miramos para el costado y vemos que nos quedamos solos, nos preguntamos como paso?, que nos hizo terminar de esta manera, pero la soledad pocas veces desparece, aunque la gente, intente ayudarnos, amigos, novias o familiares intenten que los dejemos involucrarse, nosotros nos alejamos cada vez mas, haciéndonos mas solitarios, menos libres y mas aun todavía cada vez mas lejos de ver la luz.
Como dije alguna vez cuando todo termina, tenemos que mirar al costado, a simple vista no veremos a nadie, no se dejen engañar esa sigue siendo la soledad que quiere seguir nublándonos la vista, miren a través de ella, y verán un grupo de personas o quizás a una sola, esa que no quiso que nosotros la alejemos, esa que mas alla de todo nuestro rechazo siempre estuvo ahí, quizás inconscientemente esperando este momento, el momento en el que nosotros toquemos fondo y miremos al costado. Mas alla de todo mal, de toda mentira, de todo engaño, de los caminos y senderos oscuros que a veces nos toca transitar en la vida, las penas, las desilusiones, mas alla de todo esto que nubla nuestra vida, en nuestra vida todavía existen personas con luz, personas con un fuego especial, personas dispuestas a querernos porque si, mas alla de todo. Les cuento que me costo mucho ver esto, me cuesta hoy en dia ver que a pesar de todo exista esta gente, exista la gente que apueste por aquellos que no somos de fiar. No quiero defraudar a esa gente, gracias a Dios no es uno solo sino que son varios los que piensan que siempre se puede revertir una situación por mas adversa que sea. Lo que nos queda a nosotros es transitar por la vida como ella quiere que lo hagamos, sin mas vestido que una sonrisa. No defraudar al otro es difícil pero aun mas difícil es no defraudarme a mi mismo…

domingo, 24 de enero de 2010

Durante tu ausencia

Durante tu ausencia atrapè un cometa
Asì en nuestro viaje recojemos estrellas
y asì demostrarme todo el amor
que en estos dìas resguardaste,
alla a lo lejos,en otra parte.
Durante tu ausencia,quise encontrar un disco de Silvio en oferta,y no dormì bien la siesta.
Durante tu ausencia,
envie a lavar el coche,
se agotò la baterìa,
se ha salvado de las piedras,
y los malones de la noche.
Durante tu ausencia,
observe tus fotos en la computadora,
y ha sido abrir la caja de pandora,
todos los recuerdos,la miel,los besos.
Durante tu ausencia,
durante el dìa repetìa,"te extraño"
Y hasta quise hacerle trampa al calendario.
Durante tu ausencia descubrì,
que a veces lloro de un solo ojo,
y que a tu lado llueve y no me mojo.
Durante tu ausencia,
jurè entregarme por completo,
quitar dudas,ser luz en la penumbra.
Durante tu ausencia,
no he olvidado de rogarle,
que no te acuerdes de olvidarme,

Quien no...

¿Quién no tuvo miedo de volver a empezar? ¿Quién no temió que otra vez volviese a fallar? ¿Quién no se preguntó quien era ese desconocido al cual abrazaba? ¿Quién no temió embalarse solo y que el otro lo dejara? ¿Quién no temió lastimar? ¿Y salir lastimado? ¿Quién alguna vez pensó que era mejor no empezar? ¿Quién recordó a su viejo amor y deseo que estuviera allí aunque ya no funcionara? ¿Quién no tembló cuando lo desnudaron unas manos nuevas? ¿Quién no se despertó en medio de la noche y no pudo volver a dormir pensando en todo lo que podia pasar? ¿Y quién no temió por lo que podría no pasar jamas? ¿Quién confió en lo eterno y lo vio desvanecerse sin poder hacer nada? ¿Quién no lloró? ¿Quién no dudó? ¿Quién no arriesgo? ¿Quién dijo cosas que no sentía sólo para no verse tan dolido frente al otro? ¿Quién calló cuando necesitaba gritar? ¿Quién no lloró en la almohada mientras el otro dormia? ¿Quién no escribió cientos de versos que nunca le llegaron al destinatario?

Dejare mis pendientes a un lado, la vida es corta como para dudar tanto

sábado, 23 de enero de 2010

Se tu mismo...

Siempre había querido ser como su amigo Jaime. Hacía veinte años que trabajaban juntos, desde que se licenciaron a la vez en la facultad, Jaime con una media de matrícula y él con un sencillo y mísero notable.
Durante toda su juventud, Jaime siempre había sido para él la figura a imitar. Las mejores chicas, las más bonitas e interesantes, caían rendidas ante su dominio del lenguaje, ante su romanticismo exquisito, ante sus buenas maneras como amante. Recordaba especialmente a Laura, la mujer por la que él había estado muriendo toda su vida y que acabó quitándose la vida tras un fracaso amoroso del que Jaime resultó ser el culpable. Lloró desconsoladamente durante meses por la pérdida de Laura, pero acabó por perdonar a su amigo, ¿cómo no perdonarle, si era su hermano del alma? Admiraba su don de gentes, su habilidad para erigirse como rey de todas las fiestas, su talento para salir airoso de todos los problemas y vencedor en todas las batallas.
Siempre había querido ser como su amigo Jaime. Los amigos comunes formaban entorno a Jaime una corte medieval, una gran piña alrededor de su líder, que planeaba vacaciones y asados y fiestas de cumpleaños y despedidas de soltero y partidos de fútbol los sábados por la mañana, en los que siempre era el máximo goleador.
La mujer de Jaime era preciosa, inteligente, sensual, culta, dulce, graciosa. Era una de esas mujeres con la que todos los hombres sueñan mientras abrazan a la desconocida que duerme a su lado, a esa reina destronada cuya corona iba perdiendo brillo al pasar de los años. Trabajaba como psicologa en una firma de gran prestigio y su gusto para vestir el interior de las casas había logrado maravillas en su propio nido, cálido y acogedor como ninguno en esas largas cenas que Jaime celebraba para los dos matrimonios. Además cocinaba estupendamente, para qué negarlo.
Siempre había querido ser como su amigo Jaime. En la oficina, a pesar de llevar el mismo tiempo, Jaime ya estaba situado tres escalones por encima de él en el organigrama. Y era digno de admirar su visión preclara para los negocios, su capacidad para atraer nuevos y mejores clientes, la brillantez con la que lucía su nombre en primer lugar en las estadísticas anuales de ventas. Su sueldo era ya más del doble que el de él, su coche tenía más del doble de caballos que su sencillo utilitario y la hierba de su jardín era el doble de verde que la suya.
Aquella tarde, mientras recogía sus cosas de encima de la mesa para volver a casa, pensaba en lo mucho que le gustaba la corbata que Jaime había lucido todo el día, no como aquella que su mujer le regaló para su cumpleaños y que distaba mucho de cualquier cánon elemental de belleza. Pero hoy, por fin, podría dedicarle un poco de tiempo a su señora: salir a cenar, quizás al cine, o a bailar. Y más tarde una sesión de amor como las de hace años, con velitas y música de fondo. Se lo tenían merecido, después de uno de esos periodos de riñas y malas caras que solían salpicar, cada vez más frecuentemente, su flemática convivencia. En eso también envidiaba a Jaime: su matrimonio parecía, como se dice, una eterna luna de miel. Siempre sonrientes, siempre atentos el uno con el otro, su mujer y él se regalaban besos y palabras cariñosas constantemente, incluso en presencia de otras personas.
Y aquella tarde, mientras con una mano desanudaba su corbata y con la otra dejaba las llaves sobre la mesa, quiso más que nunca ser como su amigo Jaime, al verlo tendido en su cama, saboreando su vino más caro, con los ojos medio en blanco, mientras su mujer, caliente y desatada como nunca él la había visto, le obsequiaba con una húmeda y sumisa felación.

Esta noche, espero no se repita

hoy es una de esas noches en la que la principal protagonista es la soleddad el silecnio abunda y la paz de tus palabras ya no escriben las paredes de esta habitacion tu nombre quedo escrito en el espejo tu rostro se quedo habitando en mi mente como te extraño esta noche... en la que no puedo ver el mar en la que no puedo llenarte de abrazos ... como te extraño esta noche en la que no puedo cuidarte en la que no puedo observarte ... amor como te extraño !!! no me dejes solo aqui ven a buscarte llevate esta soledad que me tiene encarcelado que ya ... ya no me deja respirar...